Mucho amor
en cada detalle
Nuestra antigua casa consistorial respira varios siglos de historia. Con la inauguración de Casa Alborada en 2008 hemos abierto un nuevo capítulo.
Las lámparas y los cristales coloreados, diseñados especialmente para nosotros, transforman la personalidad del hotel a cada hora del día. Esculturas místicas, antigüedades españolas, artísticos alicatados de cerámica, así como originales acuarelas y dibujos sorprenden al visitante día tras día.
Un patio repleto de flores y una pequeña fuente invita a ensoñaciones. Y en nuestra terraza uno tiene la oportunidad de perder la mirada hasta el horizonte del mar.